Tu vida digital es un coladero
A veces miro alrededor y alucino. Nos gastamos un dineral en alarmas para casa o en candados para la bici, pero luego vamos por internet con la puerta abierta de par en par y la cartera asomando por el bolsillo trasero.
Me revienta ver cómo seguimos cayendo en las mismas trampas de siempre. Hablamos mucho de tecnología, pero a la hora de la verdad, la seguridad digital de la mayoría de la gente da pena. Y no, no es culpa de los hackers rusos ni de las corporaciones malvadas. La culpa es nuestra.
«123456» y por qué pasas de todo
Vamos a ser claros: si tu contraseña sigue siendo «123456«, «qwerty» o el nombre de tu perro seguido de tu año de nacimiento, te mereces lo que te pase te lo tienes que hacer mirar. Usar datos personales o palabras del diccionario es ponerle una alfombra roja a cualquiera que quiera entrar en tu vida.
El problema es que somos vagos. Nos da pereza recordar veinte claves distintas y acabamos usando la misma para todo. Error garrafal. Si te revientan una cuenta (y pasará), te las revientan todas.
Aquí es donde todo el mundo te dice: «Usa un gestor de contraseñas». Y sí, tienen razón, es una bóveda digital cifrada donde solo tienes que recordar una clave maestra. Pero cuidado con lo que te recomiendan por ahí.
Si buscas en Google o lees los típicos artículos de «los mejores gestores», siempre te salen los mismos nombres:1Password, LastPass…. A ver, no están mal, pero me jode que siempre se olviden del mejor.
Me parece indignante que se sigan recomendando herramientas que a veces son puro marketing o que han tenido problemas serios en el pasado, y se ignore a Proton o Bitwarden. Los de Proton lleva años peleando por la privacidad real en el correo electrónico. Tanto Proton Pass como Bitwarden no solo es seguro, es que su cifrado es real (lo que llaman zero-knowledge), lo que significa que ni ellos mismos pueden ver tus datos. Es ágil, funciona de lujo y no te vende la moto. Si de verdad te importa tu privacidad, pasa de las listas comerciales y pásate a uno de ellos.
El doble factor lo pones o te jodes
Lo llaman el «estándar de oro», yo lo llamo tener dos dedos de frente. La autenticación multifactor (MFA) es, sencillamente, que para entrar en tu cuenta no baste con la contraseña (algo que sabes), sino que necesites también algo que tienes (tu móvil) o algo que eres (tu huella o tu cara).
Es ponerle un segundo cerrojo a la puerta. Si un hacker consigue tu contraseña pero no tiene tu móvil para recibir el código, se queda en la calle. Es así de simple. Si tu cuenta del banco o tu correo principal no tiene esto activado hoy mismo, eres un irresponsable.
Los ciberdelincuentes no son genios informáticos encapuchados tecleando código verde a toda velocidad. Son estafadores que juegan con tu mente. El phishing funciona porque te meten miedo o urgencia. «Tu cuenta va a ser bloqueada«, «Ha habido un problema con el pago«…
No seas impulsivo. Antes de hacer clic como un pollo sin cabeza, pasa el ratón por encima del enlace y mira la dirección real. Si el correo dice ser de tu banco pero el enlace te manda a una web rara, es una estafa. Nadie regala nada y las urgencias en internet suelen ser mentira.
Y por favor, dejad de conectaros al Wi-Fi del aeropuerto, del hotel o de la cafetería «a pelo». Esas redes públicas son un nido de espías donde cualquiera puede ver tu tráfico. Si tienes que usar una red pública por narices, usa una VPN. Cifras tus datos, ocultas tu IP y te vuelves invisible. Navegar sin VPN en una red pública es como ir desnudo por la calle: te van a ver todo.
Haz copias de seguridad antes de llorar
Para terminar, grábate esto a fuego: la regla 3-2-1.
No es una fórmula mágica, es la única forma de asegurarte de que no vas a perder las fotos de tus hijos o los documentos del trabajo cuando tu disco duro decida morir. Porque va a morir.
- Ten 3 copias de tus datos.
- En 2 soportes distintos (por ejemplo, tu ordenador y un disco duro externo).
- Y 1 copia fuera de casa (en la nube, por ejemplo).
Si no haces esto, cuando llegue el desastre —un virus, un robo o un café derramado—, las lágrimas no van a recuperar tus archivos.
La seguridad no es algo que compras y te olvidas. Es higiene digital. Deja de ser vago, instálate un gestor de contraseña, activa el doble factor y deja de ponerle las cosas tan fáciles a los malos.






