Beetlejuice Beetlejuice
El 6 de septiembre de 2024, fui al estreno de Beetlejuice Beetlejuice en el Multicine Las Salinas, en Chiclana de la Frontera. Como fan de Beeteljuice de Tim Burton, la de los 80´s, tenía que ver esta nueva película.
La película está dirigida por Tim Burton y dura 1 hora y 44 minutos. Es una comedia con un toque de fantasía y terror. Los actores principales son Michael Keaton, Winona Ryder, Catherine O’Hara, Jenna Ortega y Justin Theroux.
Beetlejuice Beetlejuice es una secuela que tiene el estilo típico de Burton: es extraña, divertida y un poco aterradora. La historia sigue a la familia Deetz, que vuelve a Winter River después de muchos años. Lydia, interpretada por Winona Ryder, es ahora una estrella de televisión, pero las cosas no van bien con su hija Astrid, que interpreta Jenna Ortega. Y, como no podía faltar, Beetlejuice, interpretado por Michael Keaton, regresa con su mezcla de humor y maldad.
Lo primero que noté fue la ambientación. Burton sigue utilizando esos efectos visuales tan particulares, como el stop-motion y los decorados que parecen sacados de una pesadilla. Todo se ve increíblemente bien hecho, aunque a veces un poco extraño, como es típico en sus películas.
Sin embargo, debo decir que el principio de la película se me hizo un poco lento. Parece que la historia tarda en arrancar, lo que puede hacer que uno se impaciente un poco. Pero luego, de repente, todo se acelera, especialmente hacia el final, donde las cosas pasan tan rápido que casi parece que les faltó tiempo para cerrar bien la historia. Eso me dejó un poco desconcertado, como si la película no tuviera un ritmo constante.
A pesar de eso, me reí bastante con las ocurrencias de Beetlejuice, aunque a veces el humor es un poco exagerado. El personaje de Astrid, interpretado por Jenna Ortega, es como el punto de equilibrio, ya que mantiene un pie en la realidad en medio de tanta locura.
En resumen, Beetlejuice Beetlejuice es una película que, aunque no es perfecta, cumple con lo que promete: entretenimiento y risas con ese toque extraño y oscuro que solo Tim Burton sabe dar. No es una película que se tome demasiado en serio, pero ahí está la gracia. Si te gusta el estilo de Burton, seguro que te lo pasarás bien viéndola.