El arte de envejecer
Hola a todos los lectores, el viernes 26 de abril participé en la 1ª Jornada de Cuidados en Residencias de Mayores del Distrito Bahía de Cádiz-La Janda como ponente, en el cual hablé sobre el Arte de envejecer.
Me gustaría dejaros mi ponencia por si a alguien le interesa, eso sí, hay datos que por privacidad de las personas que mencioné en el acto, y me dieron su permiso para ello, aquí no menciono. Comencemos…
Introducción
En cada rincón del mundo, las personas están viviendo más tiempo, dibujando un panorama global de envejecimiento. Pero este proceso es tan único como cada individuo; no hay dos historias de vida iguales.
Para la OMS, el arte de envejecer activamente es el proceso de aprovechar al máximo las oportunidades para tener bienestar físico, psíquico y social durante toda la vida.
En otras palabras, el envejecimiento activo es un proceso continuo que implica tomar las riendas de nuestro propio bienestar y adoptar hábitos saludables en todas las áreas de la vida.
Y en este viaje, los centros de día y residencias para mayores se han transformado en faros de actividad y alegría. Aquí, los profesionales son los maestros de ceremonia, animando a los mayores a mantener sus mentes tan activas como sus cuerpos, fomentando la colaboración y ofreciendo un abanico de actividades que son mucho más que pasatiempos: son herramientas para mantener viva la chispa de la curiosidad y la emoción de aprender, elementos esenciales para una vejez plena y satisfactoria.
Los tres pilares del envejecimiento activo
Para envejecer activamente implica mantenerse activo en las siguientes tres esferas:
- Participación
- Salud
- Seguridad
La Participación
La participación es un aspecto fundamental del envejecimiento activo. Se refiere a la inclusión de las personas mayores en actividades sociales, culturales y espirituales. No se trata solo de estar ocupado, sino de sentirse valorado y parte de la comunidad.
La importancia de mantener las actividades sociales a lo largo de la vida, radica en el favorecimiento de la salud integral del individuo, donde ejerce una función protectora ante muchas enfermedades físicas y mentales, lo que contribuye a mejorar la salud y alargan el periodo de vida.
Existen estudios, como el realizado por la Universidad de Chicago, que han demostrado que la interacción social puede ayudar a reducir el riesgo de depresión y demencia en las personas mayores.
Inclusión Social y Participación cívica
La inclusión social de las personas mayores se logra a través de su participación activa en la sociedad. Esto incluye la posibilidad de involucrarse en voluntariado, lo que les permite compartir su experiencia y sabiduría.
Votar, participar en grupos comunitarios y contribuir en debates públicos son maneras de ejercer su voz y experiencia para influir en las decisiones que afectan sus vidas y las de las generaciones futuras.
Cultura y Ocio
El acceso a actividades culturales y de ocio fomenta la creatividad y el aprendizaje continuo. Participar en talleres de arte, asistir a eventos musicales y teatrales, y unirse a clubes de lectura son formas en las que los mayores pueden mantenerse mentalmente activos y socialmente conectados.
Una experiencia reciente en nuestra residencia fue el concierto ofrecido por Tito Alcedo y Nono García, en colaboración con usuarios de la asociación del Alzheimer AFA. Este evento proporcionó entretenimiento y alegría, además de crear un espacio de conexión social y cultural para nuestros residentes y miembros de la comunidad.
Participación Espiritual
Involucrarse en prácticas espirituales, ya sea a través de la religión, la meditación o la reflexión personal, ayuda a encontrar un sentido más profundo y conexión con el mundo. Esta participación puede incluir actividades como grupos de meditación, servicios religiosos, o simplemente momentos de introspección y gratitud.
La Salud
Mantener una buena salud es esencial para un envejecimiento activo. Esto implica la capacidad de llevar una vida con plenitud y energía a pesar de las enfermedades crónicas que padezca.
Los avances de las científicos, de la educación y, en particular de la educación sanitaria y políticas públicas influyen en el incremento de la esperanza de vida, y en el incremento del envejecimiento saludable.
Los programas de educación sanitaria pueden enseñar a los mayores sobre la importancia de mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y llevar un estilo de vida saludable, lo que contribuye a prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida en la vejez.
Asimismo, políticas públicas que promueven el acceso a la atención médica adecuada y a programas de prevención son fundamentales para garantizar que las personas mayores puedan mantener su salud y bienestar a lo largo de los años.
Prevención y Manejo de Enfermedades
La prevención de enfermedades a través de vacunaciones, chequeos regulares y hábitos saludables es clave. Asimismo, el manejo adecuado de las condiciones crónicas, con el apoyo de profesionales de la salud, permite a las personas mayores disfrutar de una mejor calidad de vida.
Nutrición y Ejercicio
Una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico son pilares de la salud en la vejez.
Una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, proporciona los nutrientes necesarios para mantener un cuerpo fuerte y resistente a enfermedades. Además, el ejercicio regular, como caminar o nadar, no solo ayuda a mantener la flexibilidad y la fuerza muscular, sino que también mejora la salud cardiovascular, fortalece los huesos y contribuye al bienestar mental.
Salud Mental y Emocional
La salud mental y emocional es tan importante como la salud física. Actividades que estimulan la mente, como los juegos de memoria y la meditación, junto con el apoyo emocional de familiares y amigos, contribuyen a un bienestar integral.
La Seguridad
La seguridad es el tercer pilar del envejecimiento activo y se refiere a vivir sin miedo a la violencia o la negligencia, y tener acceso a redes de apoyo que aseguren la protección social.
Las redes de apoyo social, como la familia, amigos y servicios comunitarios, proporcionan un entorno seguro y cariñoso. Estas redes son esenciales para prevenir la soledad y el aislamiento.
Es vital que las personas mayores se sientan seguras en su entorno. Esto incluye la protección contra el abuso físico, psicológico y financiero, así como el acceso a servicios legales que defiendan sus derechos y bienestar.
Recientemente, la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad ha publicado un protocolo sobre la PROMOCIÓN DEL BUEN TRATO Y ACTUACIÓN ANTE EL TRATO INADECUADO Y EL MALTRATO. Este protocolo establece pautas claras para identificar, prevenir y responder adecuadamente al maltrato y abuso hacia las personas mayores, asegurando así un ambiente seguro y protector para todos los residentes.
Para finalizar…
Para promover el envejecimiento activo, se deben tomar medidas como garantizar un reparto equitativo de cuidados familiares, difundir buenas prácticas para combatir la discriminación por edad y género, fomentar espacios multigeneracionales y promover la educación a lo largo de la vida con enfoque en la salud y la prevención de enfermedades.
Sin embargo, existen desafíos que dificultan la promoción del envejecimiento activo, como el edadismo y los estereotipos negativos sobre la vejez. Es crucial empoderar a las personas mayores y fomentar creencias positivas sobre el proceso de envejecimiento.
El envejecimiento activo necesita leyes que se ajusten a las distintas formas en que las personas envejecen, programas en instituciones que sigan este enfoque, y respeto por los derechos de los mayores. También es importante dejar de enfocarnos tanto en tratar enfermedades después de que aparecen, y empezar a dar más importancia a prevenir problemas de salud desde antes. Además, tenemos que cambiar ideas erróneas sobre el autocuidado que hacen que los adultos mayores dependan más de otros.
Fragmento del Poema de José Saramago:
POEMA SOBRE LA VEJEZ
¿Qué cuántos años tengo? -¡Qué importa eso!
¡Tengo la edad que quiero y siento!
La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso.
Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido…
Pues tengo la experiencia de los años vividos
y la fuerza de la convicción de mis deseos.